Si existe un producto que nos salva la vida en la cocina, esas son las latas o tarros de conserva de pescado y marisco. ¿Cuántas veces hemos recurrido a ellos para hacer nuestras comidas y cenas cuando no tenemos ni tiempo ni ganas de cocinar? Lejos de lo que se pueda pensar, las conservas de pescado son una de las opciones más saludables que existen. Eso sí, siempre y cuando sepamos elegirlas bien, no vale escoger y comprar cualquiera que veamos.
Pero vayamos por partes. En cuanto a las recomendaciones nutricionales, es importante consumir de tres a cinco raciones de pescado a la semana siendo al menos una de ellas pescado azul. Por lo que si la única manera de consumirlo es en conserva de pescado, bien por falta de tiempo o bien por dificultad a la hora de adquirirlo, es mejor consumirlo en el formato conserva que prescindir de él en nuestra dieta. No hay un número exacto de consumo de conservas de pescado a la semana, afirma Lina Robles, jefa del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Universitario La Zarzuela (Madrid).
Tomar conservas de pescado en latas es una forma muy fácil y versátil de tomar estos productos, afirma Serra. A la hora de elegir el mejor producto, es clave tener en cuenta dos aspectos fundamentales. En primer lugar, y según expone Robles, es preferible escoger, siempre, una lata de conserva al natural. En el caso de elegirlas en aceite, éste debe de ser de calidad, preferiblemente de oliva virgen. Y en segundo lugar, fijarnos en la calidad del producto: «No es lo mismo una ventresca de atún que unas migas de atún«, indica la nutricionista.
Los alimentos en conserva pescados, mariscos, verduras y legumbres pueden ayudarnos a mantener una dieta saludable y equilibrada. Pero es importante escogerlas de calidad. De este modo, las reglas para elegir la conserva perfecta para nuestra salud, según explica Robles, serían sobre todo cuatro.
En primer lugar, que no tengan azúcar o sal añadida; segundo, siempre que sea posible elegirlas al natural y si están en aceite que sea preferiblemente aceite de oliva virgen extra. La tercera regla sería que las latas conserven bien su forma, esto es, que la lata no esté hinchada ni abollada ya que el producto podría no estar en buen estado.
Y por último, en cuarto lugar, vigilar la fecha de caducidad: las latas de conserva duran mucho tiempo, por ejemplo, al natural pueden aguantar alrededor de cuatro años en buen estado y en aceite, puede llegar incluso hasta los seis, pero es importante, de todas formas y por si acaso, fijarnos siempre en la fecha de caducidad, para evitar posibles problemas.
También es relevante que «las latas sean de fácil apertura ya que a veces cuesta abrirlas y nos podemos hacer cortes importantes», concluye Serra.
Fuente: Diario El Español