La Voz de Galicia entrevista al Director General de ORBE sobre los efectos de la pandemia del COVID-19.
Las nueve de la mañana, esa hora a la que muchos amanecen, es casi mediodía para Juan José Vicente Álvarez, gerente de la conservera Orbe, una empresa que hace cuatro años cambió su ubicación de Vigo, que se había quedado pequeña, por una moderna fábrica en el polígono de A Reigosa (Ponte Caldelas). Dice él que está acostumbrado a estar al pie del cañón a las seis de la madrugada. Afortunadamente, ni siquiera el madrugón el quita el humor. Bromea cuando habla de la larga trayectoria de su compañía, que se inauguró en 1941 y con él va ya por la tercera generación: «Sí, soy la tercera, la que dicen que funde el negocio», señala entre risas. No parece que vaya a ser así de momento. Los números le acompañan. En pocos años, gracias al esfuerzo por internacionalizarse y por apostar por la marca propia, lograron pasar de facturar ocho millones a mover unos 30 al año. El objetivo es llegar hasta los 40. Pero Juan José Vicente reconoce que queda trabajo por delante y que conviene andar «con mucho sentidiño».
-Al inicio de la pandemia, desde su conservera señalaron que las ventas habían aumentado, ¿esperaban esa subida?
-Nuestras ventas subieron en torno a un 20 % y todavía están altas. Bajarán, seguramente, pero esperemos que se compense con lo que demande la hostelería, que está empezando a funcionar cada vez más. Era hasta cierto punto esperable que aumentasen las ventas, en situaciones de descontrol siempre se compra mucha conserva. Ocurre, por ejemplo, cuando en Estados Unidos u otros país hay una alerta de huracán o algo así. Y pasó también ahora. Es un producto de muy larga duración, cómodo, sano y bastante asequible.
-A más ventas en su conservera, ¿más contratación?
-Pues sí. Durante la pandemia contratamos primero a doce trabajadoras, luego a seis más, luego otras dos… Además, como nos trasladamos desde Vigo hasta Ponte Caldelas hace cuatro años, poco a poco fuimos incorporando a trabajadoras de la comarca. Ahora mismo, el 30 % de las trabajadoras son del entorno.
-Habla siempre en femenino de la plantilla…
-Es que de los 135 que somos hay unos ocho hombres. Estoy contento, tenemos una plantilla responsable en la que las mujeres están presentes en la fábrica, pero también en la administración.
-¿Cómo ve el futuro de la empresa y también de su sector?
-Hay un poco de incertidumbre por lo que va pasar cuando se vuelva a la normalidad. Pero esperemos que todo se vaya compensando. Nosotros vamos a seguir adelante con nuestro objetivo, que es internacionalizarnos más. Ahora mismo, tanto Alemania como Estados Unidos son unos mercados muy importantes para nosotros, tenemos que afianzarlos aún más y esforzarnos por llegar a otros. De hecho, contratamos más personal para seguir por ahí. En Alemania, por ejemplo, nos demandan mucho nuestros productos con aceites ecológicos y en Estados Unidos nos funcionan los cefalópodos y el atún. Ahora mismo el mercado nacional representa el 60 % de nuestra factura y el internacional el 40 %.
-¿Cuál es el producto estrella de Orbe, ese que hay que probar?
-Hay muchos, pero hacemos un fondo de paella con gran tirón. Apostamos por nuestra marca, enlatamos un porcentaje muy pequeño para marca blanca.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontecaldelas/2020/06/14/situaciones-descontrol-siempre-compra-conserva/0003_202006P14C3992.htm